jueves, 25 de junio de 2015

"Te sigo"

Con la revolución de las redes sociales, llegó la necesidad del "Follow". Llevo tiempo observando la extraña necesidad que tienen algunos de obtener seguidores sea como sea, mediante aplicaciones, mediante mensajes de "Sígueme y te sigo". Y ya el colmo, cuando te siguen y a los 3 días te dejan de seguir porque no les has seguido. ¿A dónde lleva esto? Pues bien, la respuesta es muy sencilla. A nada.
¿El tener más followers te hace ser mejor? ¿Hace que tus fotos sean mejores? ¿Dónde queda la diferencia entre la gente que realmente tenga fotos buenas y los que mendigan seguidores para intentar llegar a los 100 likes?
Desde mi punto de vista, todo esto son tonterías. Yo, personalmente, sólo sigo a una persona en Instagram (por ejemplo) porque me gusten sus fotos, no para que me siga de vuelta. Me da igual si me sigue o no porque la finalidad es que yo vea sus fotos que en teoría es para lo que le sigo, y si a esa persona no le gustan mis fotos, pues ¿y qué?
Estoy harto de decirlo, pero parece que la gente sigue sin entenderlo. Yo no voy a seguirte por más que me des likes y me sigas si no me gustan tus fotos. No quiero tener fotos que no me gusten en mi time line y lo veo lógico. Si veo que alguien me cae bien, pero no me gusta su Instagram, pues para eso hay 200000 redes sociales más donde puedo seguir a esa persona e interaccionar de una forma diferente que no sea por imágenes.
Y luego ya están en un mundo a parte los que te siguen 4 veces a la semana, como llamando la atención en plan "¡Eh! ¡Estoy aquí, sígueme!"...
Yo vuelvo a lo mismo. Instagram es una red social de imágenes, fotografías,... Y veo una tontería seguir un Instagram cuyas imágenes no me llaman la atención. Por ejemplo, evito seguir gente que sube muchas fotos de famosos, pues si yo sigo a esa persona es para ver fotos de esa persona, no para llenarme el time line de imágenes de otra persona. Para ver fotos de famosos, sigo a esos famosos y punto. Y no digo que no siga a gente que haga eso, que alguna que otra persona por ahí habrá. Pero esas personas no suben solo fotos de famosos, suben fotos propias que me gustan.
Obviamente cada cual sube lo que quiere, pero del mismo modo cada cual sigue a quien quiere, y no veo lógicos los reproches de "es que no me sigues". Porque si no te sigo por algo será, y no por ello (siguiente punto de este post) me has dejado de importar.
No seguir en una red social no es el fin del mundo. Que no siga a alguien ahí no significa que no me importe, porque no deja de ser una simple red social, una de muchas. Si te tengo en whatsapp, te tengo en twitter,... ¿qué más da si te sigo o no en Instagram? Es que ya me parece muy surrealista que por que no siga a alguien en Instagram ya sea que quiero sacar a esa persona de mi vida y que no me importa... Nada más lejos.
Pero bueno, se cree el ladrón que todos son de su misma condición. Y en lugar de preguntar e intentar entender el por qué de las cosas, es más fácil culpar al otro y ofenderse sin sentido.

Señoras y señores, abramos los ojos de una vez. Demos el verdadero valor que merecen las cosas. Seamos racionales. PENSEMOS.

martes, 9 de junio de 2015

Tic, tac...

Pasan las horas, los días... Inexorablemente se acerca el fin. Y es inevitable el echar un vistazo atrás, el ponerse sentimental... Es imposible no recordar. Parece que fue ayer cuando, con ilusión y ganas, pisé Córdoba por primera vez. Quién iba a decir que esta misteriosa ciudad me iba a ver crecer y madurar de una forma que nunca creí posible. Paso a paso, decisión a decisión, error a error... Mi cuerpo cambia, madura; pero lo que más a madurado es mi mente y, por qué no decirlo, mi corazón.
He vivido situaciones raras, situaciones graciosas, situaciones tristes,... He conocido a gente maravillosa y he eliminado de mi mente gente que ahora, se que no merecía mi sufrimiento. He madurado, he crecido. Y lo más importante, me he conocido. He conocido a ese David tímido que se escondía, que no quería salir por miedo al rechazo.
Y me he liberado. Ya no soy el que era... Ahora soy yo de verdad. Y mirando atrás me doy cuenta de lo estúpido que fui. Del daño innecesario que hicieron aquellas palabras, aquellos gestos. Ahora me doy cuenta de que aquellas lágrimas no deberían haber sido derramadas.
Tengo que reconocer que me he equivocado en muchas cosas; pero eso es precisamente lo que me ha hecho aprender. Cada fallo, cada caída, cada lágrima... ahora son un acierto, un nuevo despertar, una sonrisa.
Tic, tac. Tic, tac... El reloj sigue funcionando. El tiempo sigue avanzando. Y el final se acerca. El final de una etapa maravillosa y extraña. De aquí a unas semanas hay que decir adiós. Adiós a esas personas que me han visto cantar cada mañana al llegar a clase. A esas personas que me han visto pensativo mirando hacia la nada.
Pero no lo veo como un adiós definitivo. Hay gente que te marca, y yo estoy marcado por toda esa gente. Cada uno me ha aportado algo nuevo. Así que parte de lo que soy ahora está hecha de pedacitos de ellos. Así que no se puede decir adiós a lo que forma parte de ti.
Los veré menos, pero espero que sigan estando ahí.
Frikis, amigos, compañeros, delfines, ratas, poneys,... Preparaos para un nuevo capítulo; preparaos para llenar de historias nuevas páginas en blanco.

Luz y Oscuridad

LUZ Y OSCURIDAD

¿Qué somos? 
Bien y mal, luz y oscuridad. 
Somos dos fuerzas enzarzadas
En una lucha eterna,
Buscando un equilibrio 
Que nos absorbe cual agujero negro,
Obligándonos a tomar un camino 
Que nos lleva a un inexorable y
Desconocido futuro;
Que nos arrastra al bucle infinito del destino.
¿Y cual es este? No es otro 
Que perpetuar esta guerra en la que no hay
Vencedores ni vencidos, una guerra
Que ha dejado un rastro reconocible
De sangre, tristeza y sufrimiento. 
Desde el principio de los tiempos
Esta ha sido nuestra tarea.
Continuar una batalla sin fin,
Que nos conduce simplemente al inexorable
Fin de nuestra existencia.
Así pues, ángel sin alas.
Esta es la vida.
Una decisión constante entre las dos fuerzas
Que rigen el mundo.
¿Dónde nos llevará?
Yo ángel y tú mi perdición.
El amor ganó a mi resistencia.
Me abandono a la realidad,
A un mundo corrompido por la oscuridad,
Donde apenas quedan ya rayos de luz,
Rayos de esperanza.
Así te entrego mi corazón.
Así te entrego mis alas blancas y caigo
Contigo.
Así se rompe el equilibrio. Así el mal vence una batalla.
Pero abandono mis alas, con la única esperanza,
De que una victoria no sea el final de la guerra.
Por que si luz no hay oscuridad, y sin oscuridad no hay luz.
Y la batalla acabará, cuando no quede nada de luz,
Cuando no haya sombras ni oscuridad.

By: David Urbano Pérez-Vico